Una tarde por el bosque, cuando salí a caminar,
oí la voz de una jovn que conversaba con Reynardine.
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Sus labios eran rojos como el vino; sus ojos azul como el mar.
Con astucia la observaba y sonreía Reynardine.
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"Se amable, joven - ella dijo - descarta mi compañía,
en tu modo de mirar, adivino la perfidia"
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"Oh, yo no soy ningún bandido que te quiera seducir,
es del juez y de sus hombres que estoy tratando de huir"
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La joven perdió el color, de sus labios y mejillas
y en brazos de Reynardine cayose desvanecida.
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Uno o dos fueron los besos, y cuando al fin desperó,
"Oh, cuál es tu nombre, dime", con timidez preguntó.
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"Si acaso me buscaras, no me habrías de encontrar,
pues estaré en mi casillo, pregunta por Reynardine"
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"Noche y día ella lo sigue, sus dientes se ven brillar
y la lleva a la motaña el taimado Reynardine.
El vocablo frances renard significa zorro y ocupa, en esta balada, el lugar del lobo dado que el personaje femenino lleva por nombre Rey-nardine. En efecto, hay quienes sostienen que el origen de esta canción es fracés, no obstante tanto en Inglaterra como en Irlanda se la considera autóctona.
Se estima que el orgien de esta balada, data del siglo XIX.